La tasa turística es lo que en nuestra jerga se conoce como un imponderable.
Cada ciudad recauda esta tasa a través de todos los hoteles por cada reserva que se registra, tanto de turistas extranjeros como nacionales.
El importe es fijo, pero varía en función de la categoría del hotel. Por eso, tendrás que abonarla directamente al hotel cuando hagas el check-in.